“Sinclair, era el típico niño inclinado a la obediencia, criado bajo la religión cristiana, en un mundo cómodo sin necesidades, todo parecía marchar bien, cuando de repente ese mundo exacto y puro se cae en pedazos; Demian entra en acción y así empieza una gran historia llena de misterio, de búsqueda, del bien, del mal y toda aquella duda que a todos una vez nos aquejó en nuestra niñez y adolescencia. Sinclair tendrá que resolverlas en la novela de Hermann Hesse .”
Si hay un libro con el cual me he
identificado profundamente con su personaje principal, es el libro de Hermann
Hesse titulado Demian. Un libro que nos abre la caja de pandora y que solo
aquellos que gozan de una vida recta empapada del cristianismo, entenderían el
mensaje, más sin embargo al mismo tiempo rechazarían las ideas, emociones y la búsqueda
de Sinclair; pero el resto de las personas, entenderían la frustración de este
hombre, pues buscaba la aceptación de la
sociedad, llevándolo a la mentira, al castigo y al miedo. Sin embargo Sinclair
es la excepción de aquellos adolescentes descarriados, pues su sed de
respuestas lo llevó a conocerse a sí mismo y aceptar sus deseos con el apoyo de
singulares personajes que se presentan como fuente de inspiración. Por otro
lado, la contraparte de Sinclair, se encapsula en Max Demian, un hombre
inteligente, callado, misterioso e hipnótico para el mismo Sinclair, debido a
su gran influencia “cainista”.
Los pasajes bíblicos de la religión cristiana
marcan notablemente en la vida de Sinclair, pues los deseos propios son
reprimidos, huía de todo acto que fuera en contra de las escrituras; es donde
Max Demian influye tanto que nunca se olvidó de él. La historia se torna más
interesante a partir del capítulo de Beatrice, pues, encuentra a su musa
imaginaria por medio de un retrato dibujado por el mismo, pero la sorpresa es
que, en ese dibujo encuentra a varias personas representadas en un solo rostro,
volcándose una historia de amor y de deseos.
Mis personajes favoritos son Max
Demian y Pistorius, ya que estos dos esculpieron el personaje de Sinclair de
una forma esplendida para éste mismo. Max Demian podía vaticinar eventos tales
como la guerra mundial, tenía una sensibilidad especial y se sometía a trances
prolongados, descritos por el mismo Sinclair ‘era como si estuviese muerto, abandonaba este mundo’. Por otra
parte Pistorius, una persona erudita en el campo de la teología y pianista que reproducía
obras de Bach en una iglesia por las noches, fue un personaje influyente, pues con éste conoció el verdadero significado de
Abraxas, Dios que une lo divino y lo infernal.
Es un libro que se lo recomiendo a
los adolescentes, ya que es un paisaje con todos los elementos del pudor, vergüenza
y miedo a la aceptación de sus mundos divinos como diabólicos, el bien y el mal
en un solo lugar. Es una historia que de seguro leerán por segunda ocasión, ya
que es un libro muy psicológico y enigmático.
Esta clase de libros son de incalculable
valor, ya que en lo personal, cada vez que recuerdo la historia de Demian,
descubro algo nuevo, descubro al hombre y sus etapas en la vida. El juicio del
hombre sobre el hombre cambia paulatinamente, de manera que nunca terminaremos
de conocer a la humanidad.
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