lunes, 22 de abril de 2013

Libro: Demian de Hermann Hesse



“Sinclair, era el típico niño inclinado a la obediencia, criado bajo la religión cristiana, en un mundo cómodo sin necesidades, todo parecía marchar bien, cuando de repente ese mundo exacto y puro se cae en pedazos; Demian  entra en acción y así empieza una gran historia llena de misterio, de búsqueda, del bien, del mal y toda aquella duda que a todos una vez nos aquejó en nuestra niñez y adolescencia. Sinclair tendrá que resolverlas en la novela de Hermann Hesse .”


Si hay un libro con el cual me he identificado profundamente con su personaje principal, es el libro de Hermann Hesse titulado Demian. Un libro que nos abre la caja de pandora y que solo aquellos que gozan de una vida recta empapada del cristianismo, entenderían el mensaje, más sin embargo al mismo tiempo rechazarían las ideas, emociones y la búsqueda de Sinclair; pero el resto de las personas, entenderían la frustración de este hombre, pues  buscaba la aceptación de la sociedad, llevándolo a la mentira, al castigo y al miedo. Sin embargo Sinclair es la excepción de aquellos adolescentes descarriados, pues su sed de respuestas lo llevó a conocerse a sí mismo y aceptar sus deseos con el apoyo de singulares personajes que se presentan como fuente de inspiración. Por otro lado, la contraparte de Sinclair, se encapsula en Max Demian, un hombre inteligente, callado, misterioso e hipnótico para el mismo Sinclair, debido a su gran influencia “cainista”.

 Los pasajes bíblicos de la religión cristiana marcan notablemente en la vida de Sinclair, pues los deseos propios son reprimidos, huía de todo acto que fuera en contra de las escrituras; es donde Max Demian influye tanto que nunca se olvidó de él. La historia se torna más interesante a partir del capítulo de Beatrice, pues, encuentra a su musa imaginaria por medio de un retrato dibujado por el mismo, pero la sorpresa es que, en ese dibujo encuentra a varias personas representadas en un solo rostro, volcándose una historia de amor y de deseos.

Mis personajes favoritos son Max Demian y Pistorius, ya que estos dos esculpieron el personaje de Sinclair de una forma esplendida para éste mismo. Max Demian podía vaticinar eventos tales como la guerra mundial, tenía una sensibilidad especial y se sometía a trances prolongados, descritos por el mismo Sinclair ‘era como si estuviese muerto, abandonaba este mundo’. Por otra parte Pistorius, una persona erudita en el campo de la teología y pianista que reproducía obras de Bach en una iglesia por las noches, fue un personaje influyente, pues  con éste conoció el verdadero significado de Abraxas, Dios que une lo divino y lo infernal.

Es un libro que se lo recomiendo a los adolescentes, ya que es un paisaje con todos los elementos del pudor, vergüenza y miedo a la aceptación de sus mundos divinos como diabólicos, el bien y el mal en un solo lugar. Es una historia que de seguro leerán por segunda ocasión, ya que es un libro muy psicológico y enigmático.

Esta clase de libros son de incalculable valor, ya que en lo personal, cada vez que recuerdo la historia de Demian, descubro algo nuevo, descubro al hombre y sus etapas en la vida. El juicio del hombre sobre el hombre cambia paulatinamente, de manera que nunca terminaremos de conocer a la humanidad.

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